Vigilia
con el Icono de la Virgen de Czestochowa
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Comienzo
del acto
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Canto de entrada: “Vamos con gozo” – Sale el sacerdote
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Palabras de explicación sobre el icono (sentados) :
Una réplica del icono de la Virgen polaca de
Czestochowa, venerada en el santuario de Jasna Gora, principal centro de
peregrinación de Polonia desde el siglo XIV, llega hoy a nosotros en el marco
de una peregrinación ecuménica católico-ortodoxa en defensa de la familia y la
vida. La peregrinación, que comenzó hace más de un año, ha recorrido ya más de
una veintena de países y varias ciudades españolas. Además, la iniciativa surge
del “deseo urgente” para movilizar conciencias con el fin de defender la vida, deseo
del beato Juan Pablo II que sentía gran devoción por el icono de Czestochowa.
El icono de Czestochowa es una pintura muy
antigua de la Madre de Dios con su Niño, muy venerada en Polonia, por católicos
y ortodoxos, y representa la unión querida por Dios para todos los cristianos
en su única Iglesia. La peregrinación, que partió desde Vladivostok (Rusia),
recorrerá un total de 23 países europeos y de España tomará como destino Fátima
desde donde partirá, también, a Canadá, Estados Unidos hasta la Patagonia en un
recorrido de norte a sur.
Nos ponemos en pie para recibir el icono de
la Virgen.
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Procesión con el icono (en pie)
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Procesión con el icono llevado por jóvenes
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Mientras entra el icono, se va cantando una canción:
“Ahí tienes a tu Madre”
o
El icono se puede colocar en la escaleras
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(Sentados)
Lectura de un texto del Beato Papa Juan Pablo II sobre la vida: “Amadísimos hermanos y hermanas, no os
desaniméis ni os canséis de proclamar y testimoniar el evangelio de la vida;
ayudad a las familias y a las madres en dificultad. Especialmente a vosotras,
mujeres, os renuevo la invitación a defender la alianza entre la mujer y la
vida […] Si recurrís con intensa e incesante oración a Dios, os concederá la
ayuda necesaria para llevar a cabo vuestras múltiples actividades. También yo
os aseguro mi cercanía espiritual y, a la vez que invoco la protección materna
de María, os imparto a vosotros y a vuestras familias.”
“El aborto es el
principio que pone en peligro la paz en el mundo». ¡Es verdad! No puede haber
auténtica paz sin respeto de la vida, especialmente de la inocente e indefensa
como la de los niños por nacer. Una coherencia elemental exige que quien busca
la paz defienda la vida. Ninguna acción en favor de la paz puede ser eficaz si
no se opone con la misma fuerza a los ataques contra la vida en todas sus
fases, desde su nacimiento hasta su ocaso natural. […] Insidias recurrentes
amenazan la vida naciente. El laudable deseo de tener un hijo impulsa a veces a
superar fronteras que no se deberían traspasar. Embriones engendrados en número
excesivo, seleccionados y congelados, son sometidos a experimentación
destructiva y destinados a la muerte con decisión premeditada”.
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Ofrecimiento de flores a la Virgen llevadas por
una familia representando la vida, mientras se lee una monición: “Madre, te ofrecemos estas flores cuya
belleza nos habla de la belleza del amor de la familia, de la entrega de los
esposos, del regalo de los hijos. Las flores pueden llegar a marchitarse. Por
eso, las ponemos ante ti, y con ellas, a nuestras familias con la súplica de
que tú nos cuides y bendigas.”
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Lectura de un texto de Benedicto XVI sobre la
familia: “La familia es un fundamento
indispensable en la sociedad y los pueblos, así como un bien insustituible para
los hijos, dignos de venir a la vida como fruto del amor, de la donación total
y generosa de los padres. Como puso de manifiesto Jesús honrando a la Virgen
María y a San José, la familia ocupa un lugar primario en la educación de la
persona. Es una verdadera escuela de humanidad y valores perennes. Nadie se ha
dado el ser a sí mismo. Hemos recibido de otros la vida, que se desarrolla y
madura con las verdades y valores que aprendemos en la relación y comunión con
los demás. En este sentido, la familia fundada en el matrimonio indisoluble
entre un hombre y una mujer expresa esta dimensión relacional, filial y
comunitaria, y es el ámbito donde el hombre puede nacer con dignidad, crecer y
desarrollarse de un modo integral.” (Cf. Homilía en la Santa Misa del V
Encuentro Mundial de las Familias, Valencia, 9 de julio de 2006).
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Ofrecimiento de velas llevadas por una familia representando
la luz del mundo, mientras se lee una monición: “Madre, te ofrecemos estas velas encendidas, signo de la luz que Dios
enciende en cada nueva vida y también como signo del testimonio que tiene que
ser la familia de hoy, en un mundo que ataca directamente la vida. Las ponemos
ante ti, y con ellas, a todos los niños, nacidos y no nacidos, a todas las
madres embarazadas, a todos los ancianos y enfermos terminales, con la súplica
de que tú nos ayudes a cuidar y defender la vida en todo momento, desde su
concepción hasta su muerte natural.”
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Motivación para la exposición del Santísimo,
cómo María nos muestra siempre a Jesús, como decimos en la Salve: “muéstranos a
Jesús, fruto bendito de tu vientre”
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Exposición
del Santísimo
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Exposición del Santísimo + canto: “No adoréis a nadie”
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Lectura del Evangelio – familia
Gn 2,20-24: El hombre puso
nombre a todos los animales domésticos, a los pájaros del cielo y a las bestias
del campo; pero no encontraba ninguno como él que lo ayudase. Entonces el Señor
Dios dejó caer sobre el hombre un letargo, y el hombre se durmió. Le sacó una
costilla y le cerró el sitio con carne. Y el Señor Dios trabajó la costilla que
le había sacado al hombre, haciendo una mujer, y se la presentó al hombre. El
hombre dijo: «Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne.» Su
nombre será Mujer, porque ha salido del hombre. Por eso abandonará el hombre a
su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne.
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Mini reflexión – silencio – canto: “Hay un Corazón que mana”
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Lectura del Evangelio – vida
Lc 2, 2-14: “José, que era de la casa y familia de
David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que
se llama Belén, en Judea, para inscribirse con su esposa María, que estaba
encinta. Y mientras estaba allí le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su
hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque no
tenían sitio en la posada.
En aquella región había unos
pastores que pasaban la noche al aire libre, velando por turno su rebaño. Y un
ángel del Señor se les presentó; la gloria del Señor los envolvió de claridad,
y se llenaron de gran temor. El ángel les dijo: "No temáis, os traigo una
buena noticia, una gran alegría para todo el pueblo: hoy, en la ciudad de
David, os ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor. Y aquí tenéis la señal:
encontraréis un niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre." De
pronto, en torno al ángel, apareció una legión del ejército celestial, que
alababa a Dios, diciendo: "Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a
los hombres que ama el Señor."
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Mini reflexión – silencio – canto: “Santos Inocentes”
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Peticiones espontáneas + canto: “María, Madre, condúcenos”
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Oración final (todos juntos):
Oh, Dios, que en la Sagrada Familia
nos dejaste un modelo perfecto
de vida familiar vivida en la fe
y la obediencia a tu voluntad.
Ayúdanos a ser ejemplo de fe y amor
a tus mandamientos.
Socórrenos en nuestra misión
de transmitir la fe a nuestros hijos.
Abre su corazón para que
crezca en ellos la semilla de la fe
que recibieron en el bautismo.
Fortalece la fe de nuestros jóvenes,
para que crezcan en el conocimiento
de Jesús.
Aumenta el amor y la fidelidad
en todos los matrimonios,
especialmente aquellos que pasan por
momentos de sufrimiento o dificultad.
Unidos a José y María,
te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo,
nuestro Señor. Amén.
Benedicto XVI
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Reserva + canto: “Todo es de mi Cristo”
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Salve
Regina